Tatsuki Fujimoto, conocido por su obra polémica, es una figura peculiar y excéntrica en el mundo del manga. Siendo uno de los artistas más interesantes del momento, Fujimoto no teme compartir con sus seguidores sus pensamientos y anécdotas peculiares. Él es conocido por tener actitudes y pensamientos atípicos, lo que lo hace impredecible y lo distingue de otros mangakas.
"A pesar de que éramos pobres, teníamos un pez de arroz japonés como mascota. Lo encontré muerto un verano. Fui a tirar su cuerpo a la basura como en Parasyte, pero mi novia dijo que quería que lo enterrara", escribe Fujimoto. Como puede leer aquí, continúa diciendo que intentó enterrar a los peces en un parque local, pero no pudo romper el suelo seco. Decidió dejar el pescado sobre un poco de tierra, pero las cosas cambiaron minutos después.
"Mientras lo observaba por un rato, las hormigas encontraron el cuerpo y comenzaron a tratar de llevárselo. No estoy seguro de lo que me sobrevino, pero en ese momento, el amor por ese pez mascota brotó dentro de mí por primera vez. Aparté las hormigas y luego me las comí", compartió.
Fujimoto ha expresado muchas de sus ideas a través de sus obras y historias cortas, las cuales presentan anécdotas hilarantes y atrevidas. En su obra más reciente, revela un curioso recuerdo de su juventud, cuando tenía 20 años, en el cual confiesa haberse comido a su pez mascota después de que éste muriera repentinamente.
Fujimoto explica esta historia de una manera inesperada y surrealista, destacando que mintió a su novia sobre el destino del pez. A pesar de sentir culpa por comer al pez, Fujimoto destaca que el recuerdo de mentirle a su novia es más fuerte. Esta anécdota demuestra el carácter atípico de Fujimoto y su impredecibilidad en la forma de actuar.